lunes, 31 de octubre de 2011

Rosalía siempre viva. ¡Viva Rosalía!

EXPOSICIÓN EN NOIA (A CORUÑA) 

Rosalía de Castro
(Santiago de Compostela, 24/02/1837- Padrón, 15/07/1885)


Ya desde entonces no tuve
quien me prestase calor
que el fuego que ella encendía
aterido se apagó
Ya no tuve desde entonces
una cariñosa voz
que me dijese: ¡hija mía,
yo soy la que te parió!

(fragmento del poema A mi madre, de Rosalía de Castro)

La Diputación de A Coruña presenta esta exposición itinerante, promovida por su área de Igualdad en colaboración con la Fundación Manuel María, como un homenaje a la poetisa gallega Rosalía de Castro, al cumplirse los 125 años de su fallecimiento. Exposición que recorrerá diversos municipios de la provincia. Del 17 al 31 de octubre del presente año podrá ser visitada en la Casa de la Cultura “Antón Avilés de Taramancos”, de Noia (A Coruña).

Primeda edición de Cantares Gallegos,
expuesta en la Ciudad de la Cultura de Galicia
La muestra está realizada con una gran seriedad y rigor y conformada por veinte paneles compuestos de elementos gráficos y textos que repasan los aspectos más relevantes de la vida y obra de Rosalía de Castro. Nos encontramos ante una Rosalía culta, revolucionaria, feminista y universal. Nos revela facetas de la poetisa antes desconocidas. Se podrá acceder también a recursos audiovisuales en los que el público puede interactuar con sus distintos elementos.

Rosalía, frágil y profunda, sombra y luz. Transitó por la vida con palabras, ya de revelación, ya de misterio, por caminos siempre adversos. Caminos ya marcados desde su nacimiento, pues fue hija natural del sacerdote José Martínez Viojo y de María Teresa de la Cruz Castro y Abadía, una hidalga soltera de escasos recursos económicos.

Los primeros años de su vida transcurren en casa de sus tías paternas, en Castro de Ortoño. Ya a la edad de cinco años su madre se hace cargo de ella. Dª Teresa de Castro fue figura fundamental en su infancia y determinante en su educación y a lo largo de toda su existencia. Es en Santiago de Compostela donde recibe una instrucción superior a la de otras jóvenes de su tiempo y condición. Conocía la lengua francesa, dibujaba con facilidad y, entre otros instrumentos, tocaba el piano, la guitarra o la flauta. Sus primeros versos los compone a los doce años. La joven Rosalía era una figura destacada del Liceo de la Juventud, donde trabó amistad con personalidades de la mocedad intelectual compostelana del momento como Eduardo Pondal y Aurelio Aguirre. El poemario “A mi madre” (1863) lo escribe en memoria de ella, tras su fallecimiento.

Manuel Murguía
Vivía en un país sin voz propia y ella fue la primera en encontrar el nombre de las cosas, el nombre de nuestras cosas. La publicación de su obra Cantares Gallegos, el 17 de mayo de 1863, significa el punto de partida del Resurgimiento de las letras gallegas. Por este mo- tivo, desde 1963, se celebra cada año, precisamente el día 17 de mayo, el Día de las Letras Gallegas. para homenajear a aquellas personas que destacasen por su creación literaria en idioma gallego o por su defensa de dicha lengua.


Fue su esposo Manuel Murgía quien animó a Rosalía a seguir escribiendo y el responsable de la publicación los Cantares Gallegos.Él le entregó al impresor vigués Juan Compañel el manuscrito rosaliano. Obra impregnada de costumbres populares gallegas, de sentimiento pero también de crítica por la situación de un pueblo gallego que emigra, que es explotado en tierras extranjeras. La poetisa reivindica los valores de justicia social. Libro de poemas a quien la autora dedicó a Fernán Caballero, “por haberse apartado algún tanto, en las cortas páginas en que se ocupó de Galicia, de las vulgares preocupaciones, con que se pretende manchar mi pais”. 

El río Sar a su paso por Padrón
 Gentes muy diversas de nuestra tierra, las humildes en primer lugar, intuyeron la belleza y la grandeza de la hazaña: una mujer poeta, una mujer huérfana en la niñez, una mujer de poca salud y agobiada por las penas. Algún tiempo después, la gratitud y la devoción hacia esta grandísima figura de nuestras letras, esbozaba el comienzo de un mito. Y aquella voz primaveral y orientadora se sumerge, años más tarde, en 1880, en el libro “Follas Novas”.

Éste sería su último libro de versos publicado por Rosalía en idioma gallego. Es calificada como su obra más rica y profunda. Tiene como trasfondo una notable intención social, que se manifiesta en la denuncia que la autora hace de la marginación del sexo femenino, de los niños huérfanos y de los campesinos, especialmente de aquellos que se habían visto en la obligación de emigrar ante las pésimas expectativas económicas del país.
La Matanza: Casa Museo de Rosalía de Castro

Escritora de expresión rica en registro, musa polifacética, espíritu torturado, voz reveladora en tantas ocasiones, ya en la antesala de su fallecimiento publica el libro “En las orillas del Sar”, escrito íntegramente en lengua castellana. Nadie, hasta estas fechas, se había asomado a territorios tan graves del espíritu humano. Insiste en las ideas del sufrimiento como eje de la existencia humana y en la de la muerte. Son poemas desesperanzados. Este poemario es, sin duda, una de las cimas de la poesía española del siglo XIX, sin dejar por ello de tener actualidad y agradar su lectura hoy, pues sus temas son atemporales.Una Rosalía que llegará a conocer a Gustavo Adolfo Bécquer, considerándose a ambos como los representantes del Romanticismo tardío.


Mausoleo de Rosalía de Castro
Pero Rosalía no es todo poesía. También escribe narrativa, aunque no de la misma calidad de sus poemas. La hija del mar (1859) , en la que se desenvuelve el tema del temperamento femenino, tratándose de un relato de marcado carácter reivindicativo en el que dos mujeres intentan defender su honra en medio de un ambiente predominantemente femenino, y El caballero de las botas azules (1867), de marcado tono costumbrista, que tiene como objetivo el satirizar tanto la hipocresía como la ignorancia de la sociedad madrileña de la época, puede que sean sus obras en prosa más conocidas. Toda sus relatos serían escritos en español.

No quería terminar este monográfico sin olvidarme de la llamada Ruta Rosaliana. Comienza en la plaza de Vigo, junto al monumento que el Ayuntamiento de Santiago de Compostela le dedicó en el año 1982.  En la confluencia entre el río Sar y el riachuelo de Roxos se señala el punto de partida por las tierras de Ames. La ruta lleva hasta Ortoño, donde se encuentra la casa paterna de Rosalía. Continúa hasta Bastavales y Padrón, pueblo al que merece la pena realizar una visita. Se prosigue viaje hasta la casa de La Matanza, hoy museo, donde Rosalía vivió sus últimos años.

Finaliza el itinerario en Iria Flavia y ya, de regreso a Santiago, termina el recorrido en San Domingos de Bonaval, donde se encuentra el Panteón de Gallegos Ilustres, en el que está ubicado el mausoleo de la poetisa, así como también se puede visitar el Museo del Pueblo Gallego.






Fuentes: Diario Digital Certo.es, Real Academia de la Lengua Gallega, Wikipedia, Fundación Manuel María, Casa Museo Rosalía de Castro, www.monografías.com

domingo, 30 de octubre de 2011

La Joven de las Naranjas, de Jostein Gaarder.



“Mi padre murió hace once años, cuando yo tenía sólo cuatro. Creí que no volvería a saber nada de él pero ahora estamos escribiendo un libro juntos”. Era Georg el joven que escribía el libro. Está escrito en primera persona pero, realmente, es un libro escrito a cuatro manos.

Jostein Gaarder  nació el 8 de agosto de 1952 en Oslo (Noruega). Su padre era director de una escuela y su madre maestra y escritora de literatura infantil. En la Universidad de Oslo estudió Filología Escandinava e Historia de las ideas y la religión. A comienzos de los años 80 se trasladó a la ciudad de Bergen para dar clases de filosofía en un instituto. Esta actividad docente la abandonaría en los años 90. Su primera obra literaria fue el libro de relatos "El Diagnóstico" (1986)

Posteriormente escribió varios libros de enfoque infantil y juvenil, como "Los niños de Sukhavati" (1987) y "El Castillo de la Rana" (1988). Con "El Mundo de Sofía" (1991) logró que su nombre traspasara fronteras convirtiéndose en un
best-seller internacional. En el mismo seguía las misteriosas peripecias de una joven quinceañera al mismo tiempo que establecía un sencillo pero completo repaso histórico a la filosofía. El período de la filosofía romántica es su favorito: Spinoza, Hegel, aunque también influyen en él Thomas Mann, Dostoyevski o Hermann Hesse.

Al regresar de la Escuela de Música, donde aprende a tocar el piano, Georg, un joven de quince años apasionado por la astronomía, se encontró con la visita sorpresa de sus abuelos.  Había una gran solemnidad entre los presentes y el joven pensaba que había sucedido algo grave. La abuela empezó a contarle el motivo de su visita: sus abuelos descubren una carta que su padre había dejado escrita sabiendo que iba a morir y que estaba dirigida especialmente para su hijo. El asombro del joven fue mayúsculo.

El sobre sólo ponía, “Para Georg” y vio que en su interior había un montón de hojas escritas. Cuando empezó a leerla se acordó del tono de voz de su padre:  “¿Estás cómodo, Georg?. Es importante que estés bien sentado porque voy a contarte una inquietante historia.”  Se estremeció al empezar a leerla. Era realmente de su padre y se acordó del dicho que dice “el correo siempre llega”.

Georg se encierra en su habitación con el inesperado mensaje de su padre. Realmente la carta era intrigante, misteriosa, y el niño se preguntaba qué sería tan importante aquello que le tenía que decir y por qué tuvo que esperar tanto tiempo para descubrir ese secreto que le tenía guardado. 

Empezó a leerla. Al principio su padre dudaba porque no sabía en qué tono contarle la  historia. La escribía porque sabía que se iba a morir. Por eso la carta tuvo que esperar ese tiempo hasta que él pudiera entenderla. Tenía que comprender la historia de la Joven de las Naranjas y tenía que responder a una serie de preguntas, misterios y enigmas que su padre le proponía “El cuento de la Joven de las Naranjas es como la historia de una lotería gigantesca en la que sólo son visibles los boletos premiados”.   Era una historia  de amor entre su padre y esa joven, una bella y misteriosa chica de la que estuvo intensamente enamorado y con la que vivió los años más felices de su vida. Pero el gran enigma que le proponía su padre era “ Imagínate que hace miles de millones de años, te encontraras en el umbral de este cuento y pudieras elegir si quieres nacer a una vida en este planeta (...) ¿Qué habrías elegido tú, Georg, si una fuerza mayor te hubiera permitido elegir?. ¿Habrías elegido vivir una vida en la Tierra, larga o corta (...) o te habrías negado a participar en el juego por no aceptar las reglas”?.

Con un lenguaje sencillo, exquisito y mágico Jostein Gaarder nos atrapa y hace que al leerlo vayamos a un mundo distinto por unos instantes y analicemos desde punto de vista filosófico el mundo en el que vivimos: la felicidad,  el amor, el misterio de la vida, y el destino que ésta nos tiene reservado.  Nos hace ver que hay que vivir cada momento del día con la intensidad que le corresponde, es el Carpe Diem. Es filosofía en estado puro, pero una novela realmente maravillosa y que llega hasta el fondo de nosotros.

¡Georg! Una última pregunta: ¿puedo estar seguro de que no existe vida alguna después de esta? ¿Puedo estar convencido de no me encuentre en otro lugar cuando leas esto?.

Aunque es un libro para adolescentes, en principio, lo recomendamos también para adultos. Jostein Gaarder sabe tocar bien todos estos temas e intenta hacerlos comprender con metáforas muy bien elegidas.


La Joven de las Naranjas
Nº pág. : 155.
Título original: Appelsinpiken
Traducción del noruego: Kirsti Baggerthum y Asunción Lorenzo
Cedida por Ediciones Siruela S. A., 2003
Diseño: Serifa
Círculo de Lectores S. A.
ISBN: 84-672-0930-5







                                                                     

viernes, 28 de octubre de 2011

Anacaona. El fin de una raza, Ramón Carredano Cobas.












Autor: Ramón Carredano Cobas

Editorial: Novum publishing

Páginas: 312

ISBN: 978849387735 




El 12 de octubre de 1492 fue un día clave para la Historia de la Humanidad: el Almirante Cristóbal Colón había descubierto un continente nuevo, aunque él no lo sabría nunca. Creía haber llegado a Las Indias siguiendo la ruta de Occidente. Significó el encuentro entre dos mundos que se habían desarrollado independientemente sin conocer uno lo que sucedía en el otro.

La primera crónica escrita de este hecho, es el Diario de a bordo de Cristóbal Colón sobre el descubrimiento de América en el que el Almirante se refiere a la isla bautizada por él como La Española, y que hoy ocupa Haití y República Dominicana, de la siguiente manera:

«La Española es maravilla: las sierras y las montañas y las vegas y las campiñas y las tierras tan hermosas y gruesas para plantar y sembrar, para criar ganados de todas suertes, para edificios de villas y lugares.»

Desgraciadamente el escrito original se ha perdido, pero se conserva la copia fidedigna del mismo realizada por el fraile dominico Padre Bartolomé de las Casas, quien, además, es autor de la Brevísima relación de destrucción de las Indias, escrita en el siglo XVI, donde describe las atrocidades a las que fueron sometidos los indígenas americanos por los conquistadores españoles, obra considerada como el primer informe moderno sobre la defensa de los derechos humanos.

Sobre esta isla y su conquista por los españoles fue escrita la novela Anacaona, el fin de una raza. Ópera prima escrita en castellano de Ramón Carredano Cobas (Noia – A Coruña, 1950), escritor en lengua gallega, idioma en el que ha publicado las obras Fray Samuel (Frei Samuel), La uña del águila (A unlla da aguia), Una blanca de cobre para Martín (Unha branca de cobre para Martiño) y Veneno TintoVeleno Tinto), donde vuelve a aparecer el personaje de Fray Samuel, todas ellas de temática histórica. (

Además, de su labor literaria, Ramón Carredano está muy ligado al mundo del teatro, pues fue cofundador con José Agrelo de  Candea, grupo con el que representarían sus obras por todos los rincones de Galicia. En la actualidad sigue unido al escenario, ya que es el director de la escuela de teatro del Liceo de Noia, así como también  colabora en la revista Alameda, del  citado Liceo.

El autor nos relata en tercera persona y con bastantes dosis de realismo los acontecimientos acaecidos a partir de la arribada de las carabelas del Almirante Colón a La española en el mes de diciembre de 1492. Está dividida en tres partes: Canoabó, Bartolomé Colón, el Adelantado y Anacaona.

Los días transcurrían felices en la isla de Haití. Sus habitantes llevaban una vida indolente y no podían intuir el cambio que se iba a producir en sus vidas cuando arribaron a las costas de Marién aquellos seres extraños. Los taínos, raza que poblaba la isla, los tomaron por los dioses venidos del Turey (cielo) que, según la leyenda indígena, volvían para recuperar lo que ya era suyo.

No se imaginaban los habitantes de la Española las vicisitudes que les esperaban con la llegada de estos dioses. Su vida corría peligro sin ellos saberlo y cuando se percataron de ello, ya era demasiado tarde.

La llegada de Colón a la isla supuso un duro golpe en su forma de vida. La construcción de asentamientos, la búsqueda de oro y el pago de tributos fueron, entre otras,  las causas que originaron la resistencia de los indígenas. Lo que más encolerizó a los caciques fue el trato dado a sus súbditos que eran esclavizados y obligados a trabajar en la extracción del preciado metal. No estaban acostumbrados a estas duras labores, pero fueron forzados a realizarlas a base de látigo, mutilaciones y todo tipo de vejaciones a las que fueron sometidos, lo que producía una gran mortandad.

Los nativos consiguieron reunir un gran número de guerreros para enfrentarse al invasor pero, pese a todo, fueron derrotados pues el enemigo contaba con mejor armamento, además de caballos y perros de presa.  Hubo numerosos combates pero todos con el mismo final: la derrota taína.

Todo esto, unido a las enfermedades que habían venido con los europeos a la isla, como la viruela o la simple gripe, para las que no estaban inmunizados, causaban numerosas muertes, diezmando la población.

Estas actuaciones y las protestas de los descontentos contra los hermanos Colón, llegaron a oídos de los Reyes Católicos que nombraron a Francisco de Bobadilla  gobernador de la isla en sustitución de Colón, pero dada su mala gestión  y su fama de corrupto fue sustituido por Nicolás de Ovando, quien terminó de empeorar la situación, interpretando a su manera las órdenes dadas por la Reina Isabel, y, quizá a causa de una acusación llegada a él sobre una supuesta sublevación en Jaragua, se dirigió allí con una expedición que sería agradablemente recibida por la reina Anacaona, cacica de aquellas tierras. Expedición que terminaría con una de las peores masacres que se recuerdan en la Historia.

En esta novela nos encontramos con la lucha  por la supervivencia de un pueblo. Lucha representada por el cacique Canoabó y por su esposa Anacaona, que se enfrentaría a los españoles tras la muerte de su esposo.

Era Anacaona la mujer más hermosa de la isla, la más deseada y la más admirada. Se la tenía por gran poetisa compositora de areytos que ella misma describe con sus propias palabras: «En ellos está la memoria de nuestro pueblo. En los más antiguos se narran nuestras costumbres, las leyendas de los primeros antepasados que llegaron a estas islas, las hazañas de nuestros guerreros. Lo que somos como pueblo para que las próximas generaciones lo sepan

La reina de Jaragua, sueña y recuerda:

«Dejaría que pintasen su cuerpo y lo adornaran con guirnaldas de flores para luego unirse al canto de los areytos, acompañados por los tambores y las flautas de los músicos. Pronto se haría de noche. Las primeras aves regresaban a sus nidos y los más madrugadores cocuyos encendían sus luces. Fumaría unos tabacos y marcharía a dormir a su bohío con la esperanza de no recibir aquella noche la visita de su esposo.»

Era el pensamiento de Anacaona en el momento más feliz del día para ella, que había sido arrebatada a la fuerza de Jaragua por el cacique Canoabó, de raza caribe, temido por su ferocidad y carácter combativo. Y que había llegado a Haití procedente de las islas orientales, con un puñado de guerreros en busca de esclavos decidido a instalarse en la isla, en Cibao, en el cacicazgo de Maguana.

El autor nos relata los hechos con un lenguaje sencillo, a veces empleando términos taínos pero que no interfieren en la comprensión de la trama de la novela. En algunos pasajes del libro quizá nos muestre con cierta dureza las represalias que se toman contra los indígenas. Encontramos en ella reflexiones y diálogos más bien cortos, que dan un ritmo fluido a la lectura, aunque éste decrece un poco con algunas descripciones referidas sobre todo a la forma de vida de los indígenas y en la batalla que tiene lugar en el valle de la Vega.

Al final del libro viene una relación alfabetizada de los términos taínos con su significado por si el lector quiere consultarlos.

La obra es amena en su conjunto y de fácil lectura por lo que es recomendable para aquellos que quieran conocer algo más sobre la realidad del Descubrimiento de América.




domingo, 23 de octubre de 2011

24 horas en la vida de una mujer, de Stefan Zweig

“Sólo un libro que se mantiene siempre, página tras página sobre su nivel y que arrastra al lector hasta la última línea sin dejarle tomar aliento, me proporciona un perfecto deleite.” Stefan Zweig.

Estas palabas que dice el autor sobre lo que debe de ser un libro para  un lector es lo que, realmente, me pasó al leer Veinticuatro horas en la vida de una mujer porque esta pequeña pero gran novela de poco más de cien páginas atrapa a uno toda ella de principio a fin, leyéndola con ansiedad, pues se está ávido de conocer cuáles fueron las causas que originaron el lamentable suceso que desconcertó a los huéspedes de la pensión de la Riviera, que en ella pasaban unos días de apacible descanso.


El tema que alteró la tranquilidad de los comensales fue un deplorable incidente que afectó a la sensibilidad de los inquilinos del "Palace Hotel", al que era anexo la pensión antes citada, pues se unía a él a través de un jardín y los residentes en uno y  otro edificio podían mezclarse sin problema alguno.

Incidente narrado en primera persona porque quien esto nos cuenta era uno de esos contertulios, causante, además de que la discusión fuera en aumento. Ese acaloramiento fue ocasionado por las diferencias que había entre unos y otros a cerca del acontecimiento en cuestión. Y lo que había sucedido era que, ya bien entrada la tarde, un rico comerciante de Lyon buscaba desesperadamente a su esposa. Todos estaban realmente asustados ante la desesperación de este hombre, pues dada la tardanza de la señora Henriette, que así se llamaba la mujer, algunos se temían lo peor. Pero una criada del Palace encuentra una carta y se la entrega. Al leerla el hombre se derrumba. Todos se dan cuenta del motivo de la desaparición y abandonan al comerciante en su abatimiento. La condesa que presidía la reunión de los tertulianos le cuenta su historia al narrador para que así comprenda cuál es su punto de vista sobre lo ocurrido y le hace ver, de esta manera, que comparte con él su misma opinión. 

Stefan Zweig (Viena, 1881- Petrópolis, Brasil, 1942) es el autor de este atractivo relato.  Su declarado antibelicismo hace que se exilie en Zurcích (Suiza).  Escribe historias noveladas como Erasmo de Rotterdam o María Estuardo así como ensayos históricos y literarios como Verlaine, Tres maestros (Balzac, Dickens y Dostoievski) o biografías como la de María Antonieta, adaptada al cine. Escribe libretos de óperas. Luchó toda su vida por la ciudadanía del mundo y por la paz y fraternidad humana.  Se suicida en Brasil, junto con su esposa. 

El autor describe con maestría y un lenguaje sencillo pero efectivo las pasiones humanas. En la época en que se desarrolla esta historia priman las apariencias porque si una persona, sobre todo una mujer, se aparta de la moralidad que le tocó vivir será criticada quedando marcada para siempre por el “qué dirán”. Dominaban los prejuicios sociales sobre todo lo demás pues las disputas que refleja en la novela es si lo que hizo Henriette está bien o mal. Utiliza incluso el francés para referirse a términos relacionados con el amor o el juego y  el inglés en un pequeño diálogo entre el narrador y la condesa, todo ello aclarado con notas del traductor.

Es una obra que recomiendo por su fácil lectura y destacaría sobre todo cómo se puede conocer a una persona sin mirarle a la cara por los gestos que la misma hace con las manos sobre el tapete del juego, utilizando la protagonista la técnica de la quiromancia.
 
Stefan Zweig

Veinticuatro horas en la vida de una mujer

Título original: Vierundwanzig studen aus dem leben einer frau

Traducción: María Daniela Landa

Portada de J. Palet

1969 PLAZA & JANES, S. A.

Depósito legal: B. 33249 – 1969

jueves, 20 de octubre de 2011

Sin novedad en el frente, de Erich Mª Remarque

En la portada del libro figura una ilustración y esa ilustración me apena, porque contiene el rostro de un joven, un muchacho, vestido con uniforme militar y me pregunto: ¿por qué? Porque a ese muchacho , al igual que a otros más que él le han partido la vida, le han partido sus ilusiones, le han partido su porvenir. Y cuando lo leo,  por momentos me llena de angustia, de ansiedad, de tensión, hasta de preocupación y tristeza porque no es justo que los acontecimientos que en él se narran tenga que vivirlos y sufrirlos este muchacho, y todos los que con él están,  en una trinchera donde viven el día a día y lo viven con la incertidumbre de si verán un nuevo amanecer.

Remarque, pseudónimo de Erich Paul Remark (Osnabrück 1897 – Locarno 1970). El autor dice de su obra: «no pretende ser ni una acusación ni una confesión, solo intenta informar sobre una generación destruida por la guerra, totalmente destruida, aunque se salvase de las granadas». Publicada en Alemania en 1929, ya en ese mismo año se habían vendido un millón y medio de ejemplares, nada menos. También se había traducido a veintiséis idiomas. Hasta la fecha se han publicado ediciones en cincuenta idiomas y se llevan vendidos unos veinte millones de ejemplares.  En 1931 publicó la que sería continuación de este best-seller, El regreso, en la que escribe sobre la vivencias de los protagonistas supervivientes de la primera novela durante la posguerra. En 1933 ambas novelas fueron pasto de las llamas durante las quemas de libros que tuvieron lugar en varias ciudades alemanas, junto con obras de otros autores y artistas como Heinrich, Thomas Mann y otros, acusados de atentar contra el llamado «espíritu alemán», por los nazis, bien por ser judíos o por sus ideas contrarias al régimen.
 
 Dice la leyenda negra que circuló por algún tiempo sobre este autor que su verdadero apellido era Kramer (Remark, al revés), siendo ésta un bulo nazi ara asegurar que el escritor, censurado por Adolph Hitler, no constara que había estado en  la guerra al mismo tiempo que lo tachaban de judío, siendo ambos rumores , falsos.

Se han filmado dos versiones de su novela: una en 1930, dirigida por Lewis Milestone y otra en 1979, ésta por Albert Mann. La primera de ellas es  la más real de las dos y se h a ganado la vitola de ser considerada una de las mejores películas antibelicistas de todos los tiempos.

Paul Baümer nos relata en primera persona, y como parte activa de la misma, ya que no sabe lo que va a ir sucediendo a lo largo de los doce capítulos de que consta esta obra, sus vivencias en el Frente Oeste abierto por los alemanes a donde es enviado a luchar contra el enemigo. Son realmente niños pero se dan cuenta de cómo va cambiando su personalidad a lo largo de todo el relato pues pasan de ser lo que realmente son a convertirse en verdaderos hombres. Paul Baümer, podría decirse que es su alter ego, (el autor participó en la contienda y resultó herido) llegará a decir: «Juventud de hierro. ¿Juventud? Ninguno de nosotros tiene más de veinte años, pero no somos jóvenes. Nuestra juventud… Estas cosas son ya agua pasada… Somos viejos muy viejos».

Paul Baümer nos relata en primera persona, y como parte activa de la misma, ya que no sabe lo que va a ir sucediendo a lo largo de los doce capítulos de que consta esta obra, sus vivencias en el Frente Oeste abierto por los alemanes a donde es enviado a luchar contra el enemigo. Son realmente niños pero se dan cuenta de cómo va cambiando su personalidad a lo largo de todo el relato pues pasan de ser lo que realmente son a convertirse en verdaderos hombres. Paul Baümer, podría decirse que es su alter ego, (el autor participó en la contienda y resultó herido) llegará a decir: «Juventud de hierro. ¿Juventud? Ninguno de nosotros tiene más de veinte años, pero no somos jóvenes. Nuestra juventud… Estas cosas son ya agua pasada… Somos viejos muy viejos».

A mi modo de ver hay un momento espeluznante en el que Paul Baümer expresa su remordimiento ante lo que acaba de hacer, en el que acaba de matar a un soldado francés: «Tan sólo ahora comprendo que eres un hombre como yo. Pensé entonces en tus granadas de mano, en tu bayoneta, en tu fusil… Ahora veo a tu mujer, veo tu casa, lo que tenemos de común. Perdóname camarada. Siempre nos damos cuenta demasiado tarde de las cosas. ¿Por qué no nos dicen continuamente que vosotros sois unos infelices como nosotros, que vuestras madres viven en la misma angustia que las nuestras y que tenemos el mismo miedo a morir, el mismo agonizar, los mismos dolores?…» (p. 195).

El lenguaje de la novela es coloquial, el de los soldados, o sea, los incorporados a filas venidos de la vida civil, pues así con él puede expresar ideas claras además de los términos propios que se emplean habitualmente en el ejército. Esas ideas las expone mediante formas como el diálogo, la narración, descripción y hasta en algunas ocasiones el monólogo, usando también ciertas notas de ironía como cuando le preguntan los compañeros cómo está y les responde. «Bien, bastante bien, si no fuese por estos terribles dolores en el pie» (p. 16) o  metáforas «la venganza es como una longaniza» (p. 45).

Es una novela que impone, pues el autor denuncia en ella los estragos que ocasiona entre los soldados que van al frente enviados allí engañados para defender el patriotismo, pero lo que realmente les espera es el horror, el drama, la muerte. Los soldados, según Remarque, no luchan por su país, luchan por sobrevivir, sea como sea, deseando que esa locura se acabe para volver a casa, a su hogar, a seguir con la vida que habían planeado tener. Desean, en definitiva, la paz, porque la guerra en sí solo va a dejar marcados a una generación de jóvenes que son enviados a ellas por la autoridad que se lo obliga diciéndoles que es un deber suyo con la patria pero la triste realidad es que son enviados a una muerte de las que pocos se van a librar. Son enviados por la jerarquía, por el mando pero tanto ellos como los soldados enemigos son solo víctimas. Pero, a pesar de que impone, la recomiendo pues nos invita a la reflexión, a pensar que toda guerra que hubo, hay o habrá, son un sinsentido y el único fin de ellas es la destrucción del hombre por el hombre y, lo más triste, es que siempre habrá alguien que saque provecho de ellas. Recomendable por su fácil lectura.

Título original: Im Westen Nichts Neues
Traducción: Manuel Serrat Crespo
Ilustraciones interiores: Arcadio Lobato
Ilustración de cubierta: Isidre Monés
Editorial Bruguera S. A.
1ª Edición en Club Joven: Febrero, 1982.     

domingo, 16 de octubre de 2011

La Ciudadela, de A. J. Cronin

Quien quiera conocer cómo se ejercía la medicina en la primera mitad siglo XX en el Reino Unido y lo que se luchó para conseguir una asistencia sanitaria digna para los trabajadores y sus familias no tiene más que acudir a obras de gran fama mundial, escritas por el médico y escritor  A. J. Cronin  como son La Ciudadela de la que nos dice que la ha escrito dando su opinión sobre la profesión médica, sus injusticias, su ambición sin límites, su testarudez, sus estupideces… También afirmó que «he sido testigo de todos los horrores que narro aquí. Con esta novela no quiero denunciar a ninguna persona en concreto, sino al sistema.»  Mientras Cronin pudo ejercer su profesión iba anotando en un cuaderno sus vivencias todo lo relacionado con este mundo, que después plasmaría en obras como la que estoy reseñando o también en Las estrellas miran hacia abajo, ubicada esta en los pueblos mineros de Inglaterra y toda ella llena de drama, miseria, pasión, alegría y lucha de clases.

Cronin  (Cardross, Dunbartonshire, Escocia, 1896 – Montreux, Suiza, 1981) ejerció como doctor en varios hospitales, antes de servir como cirujano en la Royal Navy, durante la Primera Guerra Mundial. Después de la guerra, comenzó una práctica en un área minera, en la zona de Gales del Sur y fue designado el Inspector Médico de Minas. A causa de una enfermedad tuvo que dejar su profesión y se dedicó a narrar sus experiencias en obras como las anteriormente citadas.

En la novela nos cuenta cómo el joven ayudante Andrew Manson llega a los pueblos mineros de Gales en el año 1924, con su licenciatura recién terminada bajo el brazo, con el deseo de poder servir a la medicina y ayudar a paliar las penosas condiciones sanitarias que  padecían los mineros de la zona.

Al publicar esta obra pretendía denunciar la necesidad de un sistema sanitario en el Reino Unido en esa época y plasmar en ella la realidad social en la que vivían los mineros, a los cuales se les deducía de sus salarios una parte proporcional que se quedaba la Compañía Minera para abonar los honorarios de los médicos que de ellos dependían.   
 
Asimismo, también denunció la corrupción que se producía en el propio sistema así como la falta de profesionalidad e ineptitud de algunos colegas suyos. Pero esta corrupción también se apoderó de él porque cada vez estaba más ensimismado en su trabajo y de ser un idealista pasó a un materialismo atroz pues sólo pensaba en mejorar en su profesión, sin importarle ya de qué manera. Quería tener más y más. Su vida iba dando un giro radical: de ser aquel médico sencillo e incluso altruista a ser un doctor ambicioso porque quería tener su propia consulta, sus propios pacientes, incluso aprovechándose de los mismos mediante engaños.

El autor, con un estilo sencillo, lleno de realismo y dramatismo en toda esta novela nos presenta un estudio sobre el ser humano, con sus debilidades y ambiciones, que le sitúan en una encrucijada de la vida cuando tiene que elegir, tomar decisiones. El personaje empieza a introducirse en un mundo profesional que pide cada vez más de su vida personal. Su mujer es la que poco a poco, por medio de acciones muy audaces, le hace caer en la cuenta de lo que está perdiendo de su vida. Su mujer es la ciudadela que vela por él e intenta hacerle ver que está yendo por el camino equivocado. Entonces se da un cambio en el personaje, cambio que le hace descubrir  los principios por los que tiene que regir su vida desde ese momento.

Es una obra que por su sencillez nos enfrasca en su lectura y nos hace que no paremos de leerla hasta el final pues toda ella es interesante en sí y sería muy difícil sopesar qué episodios nos gustan más o cuáles son más aburridos. Eso sería cosa de que lo dedujese cada lector.  Un libro, a mi modo de ver, recomendable.
                                 
                                                                                                                                                      Galaico

miércoles, 12 de octubre de 2011

La Verdad sobre el caso Savolta, de Eduardo Mendoza

Hasta la fecha, no había leído nada del autor de la novela que hoy voy a reseñar pero cuando empecé a leer La verdad sobre el caso Savolta vi que había un caos narrativo total, cosa que nunca había encontrado en el tipo de novelas que suelo leer habitualmente. Pasaban los capítulos y me costaba Dios y ayuda enterarme de lo que pretendía contar Eduardo Mendoza en ellos y me decía que de no poder seguir con el libro y como tiempo después pretendiera retomar su lectura, tendría que empezar de nuevo porque sería imposible recordar el contenido del mismo, pero eso no llegó a ocurrir pues algo había en esta obra que me enganchaba y me animaba a continuar leyendo hasta el final donde ya comprendí que todo iba teniendo sentido y un desenlace como ocurría en la narrativa tradicional.
Es la ópera prima de Eduardo Mendoza (Barcelona, 11/01/43), considerado como el último representante de Literatura Experimental, movimiento surgido a principios de los años sesenta y que estaba marcado por aspectos que se daban sobre todo en Cataluña, dada su industrialización y desarrollo económico, aparte de influencias literarias del exterior y la publicación de Tiempo de silencio, de Luis Martín Santos, muy trabajada, con un lenguaje rico y variado y llena de descripciones.

El título original era Los soldados de Cataluña, pero se tuvo que cambiar por problemas con la censura franquista. Por esta su primera obra recibe el Premio de La Crítica. Fue llevada al cine por Antonio Drove en 1979. Se considera como un best-seller. Se puede encuadrar como novela detectivesca o negra, pues en ella hay intriga, asesinatos, investigaciones policiales, judiciales, pero también encontramos relaciones amorosas y, en algunos aspectos, cierta ironía y picaresca.

La novela se divide en dos partes: la primera comprende cinco capítulos, en los que el personaje principal, Miranda, aparece declarando en un juzgado de Nueva York, años después del incendio, por lo que en el relato se produce el llamado efecto flash-back. Miranda es citado a declarar por una demanda interpuesta por la compañía aseguradora de la fábrica. Hay un desorden temporal debido a que el personaje en cuestión va narrando los acontecimientos partiendo del desorden en que el juez le va interrogando en base a los documentos que obran en su poder. Dice Miranda, para justificarse: «Los recuerdos de aquella época, por acción del tiempo, se han uniformado para convertirse en detalles de un solo cuadro» o también justifica el desbarajuste de esta parte afirmando que «las imágenes se mezclan felices y luctuosas, en un plano único y sin relieve». El testigo narra los hechos en primera persona. La segunda parte consta de diez capítulos, continuando el caos temporal en los cinco primeros capítulos, pero ya en los restantes el argumento es contado de forma lineal y siguiendo las pautas tradicionales de la narración. Aquí se relatan los hechos en tercera persona que, a veces, podría ser incluso omnisciente, pues sin aparecer en los hechos, conoce perfectamente a los personajes que en ella aparecen.

La obra se sitúa entre los años 1917 y 1919. La fábrica de la empresa Savolta, ubicada en Barcelona, obtenía pingües beneficios gracias a la venta de armas a los países aliados que combatían en la Primera Guerra Mundial. Las industrias catalanas se aprovecharon de este conflicto bélico y esto hizo que la clase burguesa se enriqueciera pero, al mismo tiempo, había un gran descontento entre el proletariado que, pese al boom económico del momento, veía cómo ellos eran sometidos a duras jornadas de trabajo a cambio de salarios bajos. En agosto de 1917 se declaró una huelga general revolucionaria, convocada conjuntamente por la UGT (mayoritaria en el resto de España) y laCNT (muy arraigada en Cataluña) reprimida con dureza por el ejército y la policía y ayudada por la oligarquía catalana. Además, se formaron redes de gánsters a sueldo y un clima de gran inseguridad política. Este clima de tensión entre las clases sociales desencadenó una serie de atentados y asesinatos, entre los cuales figuran en este relato dos socios de la empresa, un periodista de ideología anarquista y el propio dueño de la fábrica.  El autor parece que se basó en hechos reales que, en cierto modo, fueron los que le llevaron a escribir esta obra, pues parece que hay un cierto paralelismo entre personajes como Savolta, que podría estar inspirado en el industrial barcelonés José Alberto Barret, asesinado en esos años, así como también el barón de Köning podría ser la figura en la que se inspiró para crear a Lepprince. Este material histórico facilita la creación de una novela con fondo verosímil.

Miranda es el personaje principal de la obra que está a caballo entre los dos mundos: el de la burguesía y el del proletariado, pues lo encontramos en laCiudad Condal para buscarse la vida y, como El Lazarillo de Tormes, gracias a su picaresca logra hacerse un hueco como secretario del enigmático Lepprince, que lo utiliza en su beneficio. En torno a Miranda se desarrolla la vida de los demás personajes que van apareciendo en la historia que nos relata. Todos ellos rebosan de una gran humanidad, con sus virtudes y defectos, sus vicios y sus opulencias pero también vemos cómo se culpa a la alta sociedad de los males y penurias que aquejan a la clase trabajadora,  pues estos culpan a los primeros de enriquecerse a costa de sus duras jornadas de trabajo y de los míseros salarios que perciben, lo que originó una lucha de clases sociales. Personajes que emplean un lenguaje muy rico y variado. Encontramos un lenguaje administrativo, en los documentos que se muestran en el juzgado a Miranda. El periodístico que aparece en los artículos de prensa que figuran en el texto. El refinado y delicado lo pone en boca de la clase burguesa y el vulgar y hasta malsonante en el proletariado. Por último, el lenguaje literario en sí lo encontramos en descripciones, diálogos y relatos de algunos episodios.  Pero también otro personaje principal en torno al que gira la obra es la propia Barcelona, descrita muy bien por Mendoza, en cuya ciudad se mueven, en zonas bien diferenciadas, la burguesía de la ciudad y la clase proletaria. Los primeros los sitúa en el Ensanche y la parte alta de la ciudad y los trabajadores los encontramos en el Centro de la urbe, en la Plaza de Cataluña y en Las Ramblas. Es, pues, una novela de corte urbanista, donde, a parte de la ciudad Condal, el autor nos lleva también a Nueva York o Valladolid, de donde era originario Miranda.

Su narrativa es muy moderna y de un ritmo trepidante, con frecuentes idas y venidas. Terminando su novela, el autor nos da un respiro para que podamos seguir un desenlace coherente.

Pese al caos continuo que nos encontramos en ella su lectura es apasionante y placentera y aconsejable para el entretenimiento. A mi modo de ver Eduardo Mendoza nos narra los hechos de tal forma que bien pudieron ser reales. Cómo una historia sencilla la convierte en original, pues con su desorden pretende despistarnos para así continuar su lectura hasta el desenlace final. Lo único que desecharía de esta obra es tanta descripción que en ella hay, pero eso ya es un punto de vista muy personal pues el autor sabrá por qué incluyó todo lo que en ella figura.

La edición es de las llamadas «de bolsillo», de la Editorial Seix Barral, de tapa blanda.




 Galaico

domingo, 9 de octubre de 2011

Los Miserables, de Víctor Hugo

Dice el autor de Los Miserables que en su obra pretende «combinar el drama con la epopeya, que sea una obra pintoresca pero a la vez poética, real pero ideal y verdadera pero grandiosa». Victor-Marie Hugo (1802-1885) es considerado como uno de los más importantes escritores románticos en lengua francesa. Fue un novelista de enorme éxito con obras como Nôtre-Dame de Paris y Los Miserables. Compuso poemas y como dramaturgo escribió Cromwell. Fue nombrado Par de Francia pero estuvo exiliado durante los veinte años del Segundo Imperio, dada su oposición a Napoleón III. Al instaurarse la Tercera República vuelve a Francia y se convirtió en un héroe nacional, llegando al punto de celebrarse un Funeral de Estado tras su fallecimiento. Sus restos descansan en el Panteón de París.

Esta obra vio la luz pública en 1862, en tres etapas: aparece la primera parte «Fantine», el 3 de abril, después «Cossette» el 15 de mayo y las tres últimas partes, «Marius», «El idilio de la calle Plumet» y «La epopeya de la calle Saint-Denis», el 30 de junio de ese mismo año. A su vez, las partes se dividen en libros y estos en capítulos, de pocas páginas de extensión.

El eje principal de la obra, es Jean Valjean que posteriormente se convertiría en monsieur Madeleine, llegando a ser alcalde de Montreuil-sur-Mer. En torno a él giran todos los acontecimientos de esta novela así como los personajes principales de la misma: Fantine, natural del mismo pueblo antes citado, que se  fue a París a buscar  trabajo; Cossette, confiada a los Thénardier para que la criasen porque su madre no podía mantenerla; el joven revolucionario Marius, que se enamora de Cósete,  a la que pide en matrimonio y,  por último, el implacable Javert, fiel servidor de la justicia, que anda tras la pista de Jean Valjean y  cree reconocerlo en el alcalde de Montreuil-sur-Mer.

La personalidad de Jean Valjean va evolucionando. De ser un reo que pasó diecinueve años en prisión tras varios intentos de fuga, a ser una persona honrada que ayuda y da trabajo a sus convecinos llegando a convertirse en su alcalde. Todo este cambio se produce gracias a la intercesión del obispo Bienvenu que, en vez de denunciarle por el robo de su plata lo manda dejar libre y, más aún, le da los candelabros que no le había robado pero al mismo tiempo le dice que «ya no pertenecéis al mal sino al bien, yo compro vuestra alma y la libro de vuestras negras ideas y de la perdición y la consagro a Dios». Este desconcierto que en él se produce no impide que tenga un incidente con el pequeño saboyano Gervais, al que le roba una moneda de cuarenta dineros pero dándose cuenta de la fechoría que había cometido intenta remediarlo, mas ya era tarde.

(La Libertad guiando al pueblo, de Eugène Delacroix)
La sociedad de esta época, cambia: emigra del campo a la ciudad, donde hay más posibilidad de encontrar trabajo. Es la época en que empieza la revolución industrial pero, al mismo tiempo, es una época de miseria, donde la gente tiene lo justo para su sustento y el que no lo tiene, necesita robar a los demás para dar de comer a su familia, como era el caso de Jean Valjean, pero la justicia no entiende de miserias y es detenido y llevado a presidio.  La injusticia también la vemos en el abuso de los Thénardier por hacerle ver a Fantine que el dinero que ella le mandaba no era suficiente para cuidar de su hija Cossette y le pedían más. Sin embargo, vemos también que existe la justicia social de los ricos o de los que más tienen para repartirlo entre los pobres, como era el caso del sr. Muryel o de Madeleine. La miseria hace que todos se unan y marchen en una misma dirección y llegue su triunfo final, epopeya que sucede en las barricadas de París durante la revuelta de 1830. 
     

La conversión de Jean Valjean y la aparición de Cosette en su vida a la que libra de las miserias que padecía en casa de los Thénardier llevándosela consigo, son los episodios que más me gustan de esta gran novela. Aunque puede que el relato en el que nos narra la batalla de Waterloo, sea uno los pasajes más pesados y extensos de esta obra, no por ello dejo de invitar a leerla porque en sí misma encontramos las miserias y las grandezas del ser humano.

Título original: Les Miserables
Traducida del francés por Aurora Alemany
Ilustración de la sobrecubierta (tapa dura): Cossette de Emile-Antoine Bayard
Edición del Círculo de Lectores S.A.  2004