jueves, 15 de marzo de 2012

Marlon Brando, el eterno Padrino (The Godfather).




Mario Puzo y Francis Ford Coppola o lo que es lo mismo,  la pareja que dio lugar a la creación de una de las mejores películas del cine negro de todos los tiempos: El Padrino.

Es una de las producciones más aclamadas y apreciadas de la cinematografía estadounidense y mundial, siendo considerada uno de los mejores filmes de todos los tiempos y la mejor película de Francis Ford Coppola.

En 1973 se hizo acreedora a tres premios de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas estadounidenses por Mejor Actor, para Marlon Brando, Mejor Película y Mejor Guión Adaptado para Mario Puzo y Francis Ford Coppola; anteriormente había ganado cinco Globos de Oro por la Mejor Película, Mejor director, Mejor actor, Mejor canción original y Mejor guión. Esta fue la primera parte de una trilogía completada, a la postre, por El Padrino II, en 1974, y concluida con El Padrino III, en 1990.

Pero hoy es el día en el que se estrena, hace ya cuarenta años, The Godfather, conocida en español como El Padrino. El filme fue producido por Albert S. Ruddy para la compañía productora Paramount Pictures. Está basada en la novela del mismo nombre, de Mario Puzo, quien adaptó el guión junto a Coppola.




El film narra la vida de Don Vito Corleone, jefe de una de las cinco "familias" que ejercen el mando de la Cosa Nostra en la ciudad de Nueva York en los años 40. Representa la experiencia de los inmigrantes(en este caso italianos) a los Estados Unidos y al mismo tiempo expone las contradicciones del "sueño americano". Contó con un reparto encabezado por Marlon Brando, quien interpreta a Don Vito; Al Pacino,  James Caan y John Cazale en el papel de los hijos de Don Vito: Michel, Sonny y Fredo, respectivamente; Robert Duval, como Tom Hagen, el hijo adoptivo de Corleone y abogado (con la tarea de consigliere) de la familia; y  Diane Keaton, como  Kay Adams, la novia de Michael.

La película fue estrenada el 15 de marzo de 1972. Está basada en el libro escrito por Mario Puzo. Aunque la novela al momento de su lanzamiento fue todo un éxito, irónicamente a Puzo no le gustaba; incluso declaró que sólo la escribió con el afán de ganar dinero. El escritor conoce en la primavera de 1968 a Robert Evans, productor ejecutivo de la Paramount Pictures en ese tiempo y le ofreció los primeros borradores de una futura obra suya que en principio se iba a llamar Mafia. Evans le compra los derechos de la novela. Después de su publicación y éxito, ahora ya bajo el título definitivo de El Padrino, en abril de 1969, la Paramount decide llevarla a la gran pantalla. 

Para que la película tuviera éxito, Evans tuvo clara la idea de que debería ser hecha por ítaloamericanos “para que se pudiera oler el spaghetti” aunque, contradictoriamente, eligieron a Al Ruddy para producirla.

Inicialmente se planeó como una producción clase B, de bajo costo y sin mayores pretensiones. Pero Charles Bluhdorn, el empresario austriaco-estadounidense dueño de la Gulf & Western (que compró a la Paramount en 1966) y benefactor del proyecto, y Stanley Jaffe, presidente de la Paramount, comenzaron a entrevistarse con diversos directores para dirigir la película pero, ante la negativa de estos, contataron a Francis Ford Coppola, un italo-americano de 31 años que sólo había dirigido, por aquel entonces, unas pocas películas.

 
Los problemas entre los ejecutivos y el novato director empezaron a aparecer. Coppola quería ser fiel a la novela, haciéndola de época y filmándola en Nueva York, lo que al final elevó considerablemente todo el costo del diseño de producción y llevó a la Paramount a gastar seis veces más de lo esperado.

La polémica surgió tanto con las pretensiones de filmar la película como durante el propio rodaje de la misma. El anuncio del proyecto llevó a que los representantes de La Liga de los Derechos Civiles de los ítaloamericanos, senadores del Congreso de los Estados Unidos y legisladores del Estado de Nueva York presentaran protestas. Se          llegaron a recibir amenazas de bombas y auténticas intimidaciones para que no se efectuara el rodaje. Cuando se comenzó con el mismo los problemas siguieron: se vinculó a la filmación con la Mafia; también se protestó cuando se contató a Lenny Montana al otorgarle el papel de Luca Brassi. Montana era un ex luchador que durante un tiempo se le vinculó con la familia Columbo. 

A la hora del cásting también hubo sus más y sus menos, para variar. Sobre todo para elegir quién interpretaría a Vito Corleone. Coppola lo tenía claro. Quería a Marlon Brando pero la Paramount no estaba por la labor, dado los fracasos estrepitosos de sus últimas películas y su comportamiento en los rodajes. Coppola no cedió ante las negativas de la productora y amenazó con dejar el filme si no la protagonizaba Brando. La Paramount le propuso al director tres condiciones que ellos sabían que nunca aceptaría pero, sorpresa, las aceptó, siendo una de ellas una audición frente a las cámaras.

Coppola trabajó con Puzzo en la adaptación de la novela.  La pareja escribió un guión por separado, el director se la pasaba todas las mañanas escribiendo en una mesa del Café Trieste de San Francisco, mientras que Mario lo hacía en su oficina en Los Ángeles, aunque siempre se mantenían en contacto. Al final este proceso dio como resultado un guion de cerca de 163 páginas para una película de aproximadamente tres horas de duración. Para no provocar más problemas, como los que antecedieron al inicio de la producción, el autor y el director deliberadamente eliminaron del guión todas las referencias a la palabra "Mafia."

Conforme leía las páginas del libro, el director descubrió los tintes de tragedia en la historia, y optó por enfatizar dicha característica al máximo, de hecho el propio Francis Ford Coppola mencionó que El Padrino le había recordado la tragedia El Rey Lear de William Shakespeare. En ella se representa el crepúsculo de un rey anciano y la ruptura posterior de su reino por las disputas entre sus tres herederas. De las tres, la menor, la que parece menos preparada, es al final quien vence. El joven Michael - el más pequeño e inexperto de la familia Corleone , hereda el mando de la familia por los errores de sus hermanos mayores. 

No cabe duda de que la película de El Padrino es una película sobre la Mafia y habla de la Mafia. Es una familia con un alto poder en el terreno del crimen pero lo que más se aprecia es el valor de la familia, la importancia que se le da, con todos sus valores que en este mundo se le da especialmente: la fidelidad, el respeto, el honor, la elección de una cadena sucesoria que releve al patriarca y siga sus pasos.

Pero también en la película hay rasgos de la cultura italiana, y más concretamente la siciliana: los favores que el padrino concede el día de la boda de su hija, el machismo que relega a las mujeres a un papel secundario. 

Coppola, la interpretación de Marlon Brando como Don Vito Corleone y la propia película en sí, El Padrino han dado una lección de cómo hacer un largometraje sobre la Mafia: unos personajes interesantes, una trama que enganche al espectador, escenas violentas que den un aire de realismo a la cinta y toda una letanía de frases que marcan la forma de actuar del mundo del hampa. 

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