martes, 7 de febrero de 2017

Tres mil viajes al sur, de Manuel Machuca
















Datos técnicos:

Título: Tres mil viajes al sur
Autor: Manuel Machuca
Primera edición: marzo/2016
Encuadernación: rústica con solapas
Idioma: castellano
ISBN: 978-84-944814-4-4
Nº pág.: 268


Sinopsis:

Tres mil viajes al sur, obra finalista del Premio Ateneo de Sevilla de novela 2015, se inspira en la historia de cuatro mujeres que viven en los suburbios de una gran ciudad. Contada con voces narrativas diferentes, encarna la odisea de esas mujeres obligadas a abandonar sus barrios o países de origen, su desarraigo, su soledad, su esperanza y su lucha diaria. Algunas por huir de un entorno de pobreza y exclusión, otras por cambiar el mundo que les rodea.
Manuel Machuca novela la historia real de muchas personas que habitan en nuestras ciudades, para lo cual ha recorrido el extrarradio, ha visitado a sus protagonistas en sus casas y en los cruces de las grandes avenidas donde día a día se ganan la vida.



Opinión Personal:


Manuel Machuca es un autor que está entrando en el panorama literario nacional sin hacer ruido, pero cautivando con su narrativa a quienes tuvimos el placer de leer alguna de sus novelas; en mi caso, las tres que tiene publicadas hasta la fecha: Aquel viernes de julio (reseña), El guacamayo rojo (reseña) y la que hoy reseño: Tres mil viajes al sur. Sin duda alguna, y en mi modesta opinión, es uno de los autores en quien se percibe una evolución brutal en su estilo narrativo, en el sentido de que se supera en cada una de ellas; por eso no me extraña que la crítica especializada alabe sus trabajos, porque en ellos pone todo el mimo del mundo para ofrecer a sus lectores un producto con el que disfruten con su lectura, y ya creo que lo consigue.

Pero, en esta ocasión, lo que más me sorprendió de Tres mil viajes al sur, novela con la que quedó finalista en el Premio Ateneo Sevilla 2015, es el cambio de registro que nos ofrece en ella, ya que el lector no se encontrará una novela al uso, sino una novela testimonio, de clara denuncia social en la que el realismo está muy presente, y es que como el autor advierte en la nota de agradecimiento «ninguna de las historias aquí reflejada corresponden a las de nadie en concreto, sino que son fruto de la imaginación del escritor y de su personal forma de mezclar los ingredientes que ha tenido el privilegio de recibir». Pese a que estamos hablando de una obra de ficción, lo que en ella sucede bien puede ocurrir en estos momentos en cualquiera de los barrios marginales que hay en las ciudades o pueblos de este país. El lector podrá comprobar el lado más comprometido del autor con la sociedad, sobre todo con los más desfavorecidos. De ahí que creo merece la pena leerla porque está claro que está escrita con el alma, con lo más profundo del ser humano, porque en cada una de las palabras que quedan plasmadas en esta obra, está reflejada con exquisita delicadeza la realidad de quienes viven en estos barrios marginales.

Tres mil viajes al sur no es una novela al uso, como ya acabo de comentar, con su introducción, nudo y desenlace, sino que son la historia de cuatro mujeres, Josefa, Alberta, Blessing y Esperanza, que viven en un barrio marginal de una ciudad cualquiera. Cuatro historias que parece que no tienen nada en común; pero, a medida que el lector se adentra en la historia de cada una de las cuatro protagonistas, se dará cuenta de que hay algo que las une. Aunque, como digo en estas ocasiones, será el propio lector quien tenga que comprobar cuál es ese nexo. A Josefa, Alberta, Blessing y Esperanza las conoceremos no solo a través de la voz de varios narradores, sino también por lo que ellas nos irán relatando. Y es en el relato de quienes les rodean en donde veremos hasta dónde llega su compromiso, en donde creo se refleja perfectamente la solidaridad con ese universo que vive una realidad distinta a la nuestra.

Tres mil viajes al sur es una novela de lectura pausada, pero al mismo tiempo absorbente, de tal forma que, pese a que en casi todo el desarrollo de la misma predomina la narración frente al diálogo, más bien testimonial, salvo en algunos casos puntuales—, el lector siente la necesidad de seguir adentrándose en la historia de cada uno de los cuatro personajes que la protagonizan. En este sentido, me ha gustado la estructura que le dio el autor a la novela: Cuatro relatos que corresponden a las cuatro mujeres que mencioné en el párrafo anterior. En el índice, el lector tendrá un adelanto por el que Manuel Machuca nos incita a que conozcamos sus vicisitudes. Josefa: Veo un tren y se me cambia la cara. Alberta: Cada niño en su barrio. Blessing: Dios debe de ser un delfín. Esperanza: si ya no quieres nada con los pobres. Sin olvidarme, por supuesto, de los poemas firmados por la poetisa Anabel Caride, que son un adelanto de lo que el lector se va a encontrar en cada uno de ellos.

Tres mil viajes al sur es una novela desgarradora, cruda, dura por momentos; más bien diría que durísima, porque muchos de los episodios que nos relataran removerán nuestras conciencias. De nuevo recalco lo que indica Manuel Machuca en la nota de agradecimientos, porque en ella comprenderá el lector el motivo que le llevó a cabo el escribir este testimonio que nos invita a la reflexión. Y es que lo que el autor manifiesta en esta nota de agradecimiento está reflejado perfectamente a lo largo del desarrollo de la novela «Quiero tener un recuerdo muy especial a todas las mujeres de los barrios olvidados. A las que se suben todos los días en el autobús para traer un jornal a su casas; a los que echaron un día de barrios que hoy muchos otros disfrutamos; a los que han huido de sus países porque la injusticia carece de fronteras visibles. A los que sueñan, a los que sufren, a las que lloran, a las que ríen y disfrutan de las pequeñas cosas, que sólo son pequeñas porque la escala de valores de esta sociedad las considera así, pero que son grandes, porque se llaman alegría, generosidad y cariño. Porque son valores que el dinero, y el miedo a perderlo, dificultan apreciar». 


Biografía: 


Manuel Machuca (Sevilla, 1963) debutó como novelista con Aquel viernes de julio, obra que se desarrolla en su ciudad natal durante los primeros meses de la Guerra Civil española; a ella le siguió El guacamayo rojo, la historia de tres generaciones de emigrantes andaluces en Brasil. Con Tres mil viajes al sur llega a finalista del Premio Ateneo de novela de Sevilla en 2015. Ha publicado relatos en las antologías Relatos de farmacéuticos (2006), Hidra verde (2015) y también en la revista argentina Motor de ideas.
Antes de su irrupción como novelista, ha colaborado con artículos en los diarios del Grupo Joly, en Cambio 16 y en Cuadernos para el diálogo, obteniendo en 1997 el Premio periodístico de la Fundación Avenzoar.
Asimismo, fue cooperante durante la Guerra de Ruanda en 1994, y desde el año 2000 imparte conferencias en diversos países de Europa y América Latina para formar a profesionales que deseen ser agentes transformadores del cambio, actividad que comparte con otras de voluntariado con personas en riesgo de exclusión social en un barrio de Sevilla considerado como marginal por quienes no han tenido la oportunidad de acercarse a las personas que lo habitan.

Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía del autor, tomados de la web de la Anantes Gestoría Cultural. Imágenes que acompañan al cuerpo de la reseña y fotografía de Manuel Machuca, de google imágenes. 







10 comentarios:

  1. Me gusto esta novela que para mí va más allá del simple entreteniento.

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  2. Pues me encanta lo que cuentas. Como sociologa este tipo de temáticas me interesan mucho y es una pena que se les dedique poco espacio en nuestras letras :)

    Bs.

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  3. No he leído nada del autor, apunto tu recomendación para cuando me apetezca leer algo de este estilo.
    Besos

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  4. No me importaría leerla pero tendría que buscarle le momento adecuado.
    Un beso ;)

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  5. Desde luego este trabajo de Manuel tiene mucho mérito y es muy valiente. Para esto sirve muchas veces la literatura, para mostrar lo que nadie casi nadie denuncia.

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  6. Me llamó desde que se publicó y está claro que no me equivocaba. No me importaría leerla.
    Besos

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  7. Estoy convencida de que me gustaría, aunque no es el mejor momento para leerlo para mí.
    Un abrazo

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  8. Pues has conseguido convencerme. La anterior novela del autor me gustó y ésta parece aún mejor.
    Besotes!!!

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  9. Pues seguro que la disfrutaria mucho, este tipo de novela testimonio me encantan. Un abrazo

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  10. A mí hubo personajes que me dejaron muy tocada. Cuando paso por el barrio en el que supuestamente transcurren estas historias me acuerdo de estas mujeres. Besos

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